Setdart, en su próxima subasta de diseño programada para el 17 de abril, promete mostrar una exquisita variedad de piezas de renombrados diseñadores procedentes de diferentes rincones del mundo. Desde los países nórdicos hasta Francia, Alemania, Inglaterra, Estados Unidos, Italia o España, esta subasta está destinada a cautivar a los entusiastas del diseño con sus diversas ofertas.
El movimiento de diseño escandinavo, celebrado a nivel mundial por su elegancia atemporal y funcionalidad, será uno de los protagonistas. Iconos de esta tradición, como Arne Jacobsen, Charles y Ray Eames, Verner Panton y Eero Saarinen, estarán representados con sus modelos vanguardistas. El diseño escandinavo, caracterizado por su simplicidad, honestidad y artesanía, resuena a los seguidores y coleccionistas de todo el mundo por su elegancia sobria y su enfoque en elementos esenciales, desprovistos de ornamentación innecesaria.
Entre los objetos destacados de la subasta se encuentra la icónica ‘Silla Swan’ de Arne Jacobsen, una edición especial creada para el 50 aniversario de Fritz Hansen. Esta pieza exclusiva con base giratoria de bronce fundido y pulido a mano, tiene un asiento ergonómico totalmente tapizado, el interior de cuero marrón chocolate y el exterior, de ante del mismo tono, detalles que acentúan su elegancia.
Otra pieza destacada es la Chaise Longue “Grasshopper”, Modelo FK-87,
diseñada en 1967 por Preben Fabricius y Jørgen Kastholm. Este diseño
elegante personifica la esencia del estilo escandinavo con sus líneas
puras y su comodidad incomparable.
Desde Francia, nos llega la ‘Banquette’ de Charlotte Perriand, diseñada entre 1959 y 1967. Esta pieza, parte de una serie creada para los ejecutivos y el personal de la empresa minera “Miferma” en Mauritania, muestra el enfoque innovador de Perriand en el diseño de muebles funcionales.
Nombrando más diseños franceses, la divertida Silla ‘Ribbon’ de Pierre Paulin para Artifort añade un toque de fantasía a cualquier espacio y es una de las piezas preciadas, por ejemplo, en la colección de la Galería Nacional de Victoria en Melbourne. Así mismo, esta pieza icónica tuvo su lugar estelar en la pequeña pantalla al formar parte del attrezzo de Star Trek. Concretamente, apareció por primera vez en el episodio “The Cloud Minders”, donde esta silla se utiliza para indicar el alto estatus de la clase más acomodada e influyente.
Pasando a los diseños italianos de vanguardia, presentamos la Butaca ‘Elda’ de Joe Colombo. La versión ofrecida en nuestra subasta es una primera edición bellamente restaurada en terciopelo verde vibrante. Esta pieza icónica, sinónimo de la estética de la era espacial, hizo su debut en la gran pantalla en la película de James Bond “La espía que me amó” (1977) y es famosa por su diseño retro-futurista inspirado en cascos de barcos de fibra de vidrio. El uso innovador de materiales y el diseño ergonómico de Colombo hacen que la Butaca Elda sea tanto visualmente impactante como excepcionalmente cómoda.
El mobiliario de diseño de la segunda mitad del siglo XX es un éxito en las subastas internacionales ya que se distingue por su creatividad y originalidad. Los diseñadores de esta época desafiaron las convenciones establecidas y experimentaron con formas, materiales y técnicas de fabricación. Sus piezas icónicas se han convertido en símbolos del diseño moderno y son altamente valoradas por su belleza y funcionalidad.
Se trata de piezas que reflejan los cambios sociales, económicos y tecnológicos de la época. Estas piezas capturan la estética y el espíritu de su tiempo, desde la era del optimismo y la innovación de la posguerra hasta la experimentación y el activismo de la década de 1960 y 1970. Como resultado, estas piezas tienen un valor intrínseco como objetos históricos que cuentan cómo era el mundo en el que fueron creadas.
Otro factor importante que contribuye a su éxito es su exclusividad y rareza. Muchas de estas piezas fueron producidas en cantidades limitadas o incluso como prototipos únicos, lo que las hace altamente codiciadas por coleccionistas y entusiastas del diseño. El hecho de que sean difíciles de encontrar aumenta su valor en el mercado de subastas, donde los compradores están dispuestos a pagar precios elevados por la oportunidad de poseer un objeto único y significativo.
En resumen, el éxito del mobiliario de diseño de la segunda mitad del siglo XX en las subastas internacionales se debe a su innovación estética, su relevancia histórica y cultural, y su exclusividad y rareza. Estas piezas no solo son objetos de belleza y funcionalidad, sino también testimonios tangibles de la creatividad y la visión de los diseñadores que las crearon, lo que las convierte en inversiones valiosas y apreciadas por generaciones venideras.